SALTERIOS
Los salterios son recopilaciones de los salmos de las Escrituras dispuestos para ser cantados por la iglesia en su adoración. Basados en la convicción de que la Palabra de Dios es suficiente y perfecta, los salterios buscan preservar la pureza y la verdad doctrinal de las Escrituras en el canto congregacional. Al cantar los salmos, el pueblo de Dios responde a Su revelación con palabras que Él mismo ha inspirado, asegurando que la alabanza sea plenamente agradable y aceptable ante Su presencia.
Estos cantos no solo instruyen en la verdad divina, sino que también moldean el corazón y el pensamiento de los adoradores en conformidad con la voluntad de Dios. El uso del salterio refleja una convicción profunda de que la adoración debe estar arraigada en la Palabra de Dios, evitando cualquier invención humana que desvíe el corazón de la gloria de Su nombre.
Este legado de los salterios sigue siendo una herramienta preciosa en la vida de la iglesia, recordándonos que nuestra adoración no se fundamenta en emociones pasajeras, sino en la Palabra eterna de Dios.
Cantar los salmos nos guía a una reverencia apropiada y a una dependencia completa en las Escrituras para expresar nuestra fe, nuestras luchas, y nuestra confianza en la obra redentora de Cristo. Al cantarlos, proclamamos Su soberanía, confesamos nuestra necesidad de Su gracia, y anticipamos el cumplimiento final de Sus promesas eternas.
Oíd, reyes; escuchad, oh príncipes; Yo cantaré a Jehová, Cantaré salmos a Jehová, el Dios de Israel. [Jueces 5:3]